Los partidos se financian básicamente con la deuda política, que es una contribución estatal tendiente a fomentar la actividad política, sin embargo, solo se otorga a quienes logren el 4% de los votos válidos para presidente, o a quienes elijan al menos un diputado. Para 2018, el libertario no logró ninguna de esas dos condiciones (cifras en millones de colones).