Cuando la reina británica nació (1926), la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera era de 306 partes por millón. Cuando se produjo su ascenso al trono (1952) estaba en 312 ppm. En 2022 se alcanzarán las 418 ppm. El nivel 'seguro' según la ciencia está en 350 ppm, valor que se superó a finales de los 80.